La subtitulación es uno de los trabajos de traducción que más ha despuntado en los últimos años, gracias en gran parte al éxito de plataformas de streaming como Netflix. Los contenidos de las plataformas de entretenimiento en streaming llegan a millones y millones de internautas de todo el mundo, que hablan decenas de idiomas diferentes. Muchos de estos productos se presentan al público en versiones dobladas, pero muchos usuarios prefieren ver una película o serie en su idioma original con subtítulos.
Por ello, la demanda de traductores de subtítulos ha crecido exponencialmente en los últimos años. Como cualquier rama de la traducción, la subtitulación tiene sus propias especificidades y problemas que un profesional debe estar preparado para abordar. ¿Cuáles son y, sobre todo, cómo se pueden superar?
Subtitulado en la misma lengua: no es una transcripción
Para entender lo difícil que es la subtitulación, conviene considerar la dificultad de subtitular en el mismo idioma. Muy a menudo, quienes elaboran los subtítulos de un producto audiovisual en la misma lengua que hablan los actores se ven obligados a rehacer las líneas debido a la longitud de las palabras y a la velocidad media de lectura del usuario.
Leer los subtítulos mientras se ve una película es, en efecto, una tarea mental que requiere atención y un periodo de tiempo más largo que el de la simple escucha de una conversación. Por ello, los subtítulos modifican a veces las líneas pronunciadas por los actores para acortarlas y facilitar el trabajo del lector.
Traducción de subtítulos: una cuestión de profundidad
Para el traductor de subtítulos, además de la dificultad de conseguir que el tiempo de lectura de los subtítulos se ajuste a la duración de la escena que se recita y a la que se refieren los subtítulos, existen otras dificultades relacionadas con la adaptación. Uno de los mayores obstáculos para un traductor de subtítulos es la traducción de los juegos de palabras. La más famosa de los últimos años fue "Hold the door" pronunciada por el personaje Hodor en un memorable episodio de la serie Juego de Tronos.
En la versión inglesa, el nombre de Hodor deriva de la contracción de esta línea, cuyo principio y final el personaje repitió durante toda su vida. Los traductores italianos, como todos los demás traductores del mundo, tuvieron que luchar mucho para encontrar una solución que también funcionara en su idioma. La traducción profesional de subtítulos enfrenta muy a menudo a los traductores con estos problemas, porque las frases idiomáticas o los juegos de palabras tienen una evidencia diferente cuando se escriben y no se hablan: si la traducción es débil en el doblaje, por escrito será aún más débil y estará fuera de lugar.
Además, los traductores de Netflix o de cualquier otra plataforma de streaming deben estar muy familiarizados con todo el contexto de la obra en la que trabajan. Volviendo al ejemplo de Juego de Tronos, un traductor de subtítulos deberá estar muy familiarizado con los personajes, sus antecedentes, su historia y, posiblemente, sus frases hechas, para poder plasmarlas eficazmente en los subtítulos de forma coherente con el personaje y el contexto .en el que se mueven. Obviamente, subtitular una serie como Juego de Tronos será muy diferente a subtitular un documental científico o una serie moderna como The Get Down, donde los personajes hablan una jerga muy específica de una zona determinada. Incluso en este caso, un traductor profesional de subtítulos tendrá que hacer algunos estudios e investigaciones lingüísticas antes de empezar a trabajar.